Aunque hace falta más de un año para la
adjudicación del contrato, la industria eléctrica en Chile ya está moviendo sus
fichas para estar en las mejores condiciones económicas para la próxima
licitación de suministro energético para clientes regulados en ese país.
La licitación que se llevara a cabo, se considera
como el primer proceso realizado totalmente por el gobierno y no por las
distribuidoras como se hacía anteriormente gracias a la intervención de la
Comisión Nacional de Energía chilena (CNE).
Las condiciones mínimas para entrar a la puja en
esta subasta se darán a conocer al final del mes de abril, mientras que su adjudicación
se dará en el mes de mayo de 2016.
En este momento ya se cuentan 38 generadoras,
consultoras y consorcios tanto chilenos como extranjeros que se han inscrito en
el registro de usuarios que la autoridad abrió para recibir las observaciones
al estudio que elaboró la CNE.
Entre las compañías que figuran inscritas, se
destaca Colbún, ligada al grupo Matte, quien no participó de la última
licitación debido a la capación total de toda su producción. También están la
colombiana EPM (Empresa Pública de Medellín), quien ha manifestado el interés
por entrar al mercado chileno; la compañía estatal ENAP; la israelí IC Power,
que en febrero inicio los trámites ambientales en el proyecto termoeléctrico a
gas denominado “Los Rulos” (540 MW); de la misma forma se encuentran las compañías
eléctricas Puntilla, Rucatayo, Antuko, Andes Mainstream y Origin, entre otras.
El pasado viernes, la CNE chilena público el informe
final de demanda, elemento que determina la cantidad de energía que se
subastará en los próximos años.
A partir de este comunicado, la entidad licitaría
13.000 GWh mediante dos procesos, uno de los cuales será de corto plazo se
adjudicaría este año, por un total de 1.000 GWh, lo que considera la energía
que no fue adjudicada en el proceso de diciembre último. Este suministro
comienza en 2017.
El segundo proceso, de largo plazo, implica un total
de 12.500 GWh y será adjudicado en mayo del próximo año con el objetivo de
inicial su contribución al sistema a partir de 2021. Según la nueva normativa chilena, en los dos contratos se tendrán una vigencia de 20 años.
La pasada licitación eléctrica, la autoridad concedió
13.000 GWh, adjudicados con el 92% de este volumen. Para ello se comprometió
capacidad de generación por 3.700 MW e inversiones por casi US$ 6.000 millones.
La autoridad identificó otros dos procesos que se
deberán realizar en 2017 y 2018, los que involucran un volumen de energía en
torno a los 11.000 GWh, pero estos están sujetos a modificaciones por la
actualización de los estudios.
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