Una de las grandes
reformas industriales sufridas por General Electric Co. se debe en parte, a una
gigantesca maquina, más grande que una casa rodante y tan pesada como un avión
747.
La multinacional,
proyecta entregar la flamante turbina de gas en el mes de julio, casi una década
luego del lanzamiento del modelo anterior, el cual tuvo dificultades con su
rendimiento desembocando en mal comportamiento a nivel comercial. GE en este momento
ha invertido cerca de US$2.000 millones con el fin de desarrollar una nueva
unidad con un peso de 433 toneladas, la cual tiene la capacidad de generar
electricidad suficiente para abastecer 400.000 hogares.
La inversión refleja la
importancia que tienen las turbinas de generación eléctrica en el plan del responsable
ejecutivo, Jeffrey Immelt, quien tiene como objetivo fortalecer la actividad
industrial de GE, reduciendo sus créditos para poder competir en igualdad de
condiciones con rivales como Siemens AG y Mitsubishi Hitachi Power Systems Ltd.
De la mano con el crecimiento demográfico que recurre a una mayor demanda de
electricidad.
“Es uno de los grandes acontecimientos para GE”, afirmo Víctor
Abate, ejecutivo a cargo de la división de generación eléctrica en GE Power
Water. “Hace dieciocho meses esta máquina
no figuraba en nuestro catálogo. Hoy, tenemos órdenes por valor de US$1.000
millones”.
Las expectativas de la
marca se centran en vender 500 de las nuevas turbinas para 2030, afirmo Abate
durante una entrevista realizada en la planta de GE para pruebas y fabricación
de las turbinas en Greenville, Carolina del Sur. A parte de las 15 órdenes de
unidades ya contabilizadas, la compañía está aplicando en otras negociaciones
por equipos equivalentes a US$11.000 millones. GE enviara la primera unidad de
este tipo de turbinas para el verano con destino a la empresa de servicios
eléctricos francesa Electricité de France SA.
La unidad Power Water
de GE es el negocio no financiero más grande de la compañía, con ventas que alcanzaron
US$27.600 millones en 2014, representando 26 por ciento de sus ingresos
industriales.
Este nuevo lanzamiento tiene
lugar en momentos en que GE, quien tiene la mitad del mercado de las turbinas
de gas del mundo, busca obtener la aprobación para comprar activos energéticos
de Alstom S.A. por un monto de 12.400 millones de euros (US$13.300 millones).
La Comisión Europea dijo en febrero que iniciara un estudio para determinar si
unir a los dos fabricantes de turbinas limitaría la competencia. Los
reguladores proyectan dar su dictamen para el 6 de agosto.
La nueva turbina, denominada
HA, es una versión que incorpora tecnología tomada de la unidad de motores para
avión de GE para refrigerar sus componentes y así soportar temperaturas
internas que superan los 2.600 grados Fahrenheit (1.427 grados Celsius), lo
cual mejora la eficiencia para convertir el gas natural en electricidad.
“Los avances materiales que ha hecho GE son muy significativos”, afirmo
Meherwan Boyce, gerente de Boyce Consultancy Group LLC quien ha escrito varios
libros sobre equipos para plantas de electricidad. “En mi opinión, GE es una de las empresas líderes en este campo”
señalo.
En una planta de
electricidad de ciclo combinado, donde tanto las turbinas de vapor como las de gas operan conjuntamente
para mejorar la producción de electricidad, la unidad de la firma americana,
puede alcanzar una eficiencia superior al 61 por ciento, lo cual es una cifra
clave para GE.
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